ho de muerte, p
mi esposa duran
tra masía en La Rioja es denso,
egado de mi familia, se extienden bajo el so
el cáncer se la comía por dentro, dejando
o tienen el brillo de antes,
voz es un s
ando que quiere
avid no son
ado. El mund
Mi primer amor.
irecto. No hay remordimiento en
e merecían. Ahora te toca a ti hacerte a un lado. Es hor
vida, de mi trabajo incansable, de mi a
unque la pregunta es estúpida. Lo
ibuja en sus labios secos. "Fuiste una solución convenie
ersación la hubiera agotado. Com
puerta abriéndos
el
Entran sin mirarme, seguidos por un hombre
e por completo, como si yo fuera
io, su voz llena de una falsa preo
en el hombro de Ma
a
me destroz
ríe. Una sonrisa genuina, una
ilia",
sido un extraño en mi propia casa, un
abitación. Nadie me detiene. Nad