as", susurré al 112, mi voz temblorosa en la oscuridad de la ma
mirarme diferente. De víct
nombre: "¡Lina, para!", "¡Lina, despierta!". Y no solo eso. El descubrimiento de un grupo de WhatsApp d
z de algo así? ¿Por qué la grabación decía
" arrojaba pruebas a un contenedor. Ni el dibujo macabro en mi habitación: "Si ellas desapa
feria de Málaga?", desenterró una verdad que mis padres habían ocultado:
La otra, la que me prot
eguntándome cada noche: ¿