era una corrida de toros silenciosa, yo era la
utuamente, hasta que el veneno en
mi visión se v
corriendo, su rost
ra el que me h
é la daga decorativa de la pa
.", su voz
trás de él: "¡Rápido! Dale el antídoto a la señora, ¡
edé h
treinta años fue solo
lor agudo
ión en Sevilla, la llu
lluvia torrencial de la Feria de Abril, to
ior, en este mom
a vez, l
n los ojos inyectados en sangre y un
as tú, me cas
tro estaba lleno de ago
egrado, pero ahora solo se
calma, "no quier
ito, mirándome c
ía, no te cases con nadie. Ve a ser el gr
cuerpo todavía débil, pe
te ne
a habitación, dejánd
mé a la Real Academia
ro renunciar a mi plaza
sta es una oportun
quila, "quiero cederle m
quié
a clásica muy talentosa.
sintiendo una lige
, la chica que en mi vida anterior se s
aría una oport
ofía vino a bus
sto? ¿Por qué me das la pl
ió, su rostro
ontigo, ¿qué más quieres? ¿Por qué
supe que no importaba lo
humillando", a
enrojecieron aún má
con una prof
Isabela, er
sido", dije, "d
decir algo más, pero al final, solo
y sentí un dolor s
pasado, te de
, te la