rraza. Era idéntico a Mateo, la misma altu
s relajado, casi bohemio. Llevaba una chaqueta de c
orpresa en sus ojos al ver la decoración. Qui
jo, con la
me obligué a controlarlas. Mantuve la mirada
empecé, mi v
ridad. La sonrisa del cazador que
sta para mirarlo directamente a los
disfrutando el momento. "No
ando que una falsa lágri
ro... en realidad, de quien siempre
ó en su rostro. Su confusió
, logró
"Lo conocí hace años, en una pequeña galería de arte en Palermo
la marcha, añadiendo det
, que nunca dejara que nadie me dijera que no podía logra
buscando en su memoria un
rompiéndose. "Porque te pareces tanto a él. Eras lo más cerca
a era absoluto. Podía se
r. Estaba completamen
s, escuch
ento, de crist
s hacia el edifi
olpe y Mateo Vargas salió a la luz
a de vino rota se clavaban en su piel, y
sin importarle el tráfi
ía entrado en escena. Y e