rdoba," le dijo Sofía a su mejor am
miró, sin
era h
ó. No había
viejos libros sobre técnicas de restauración de frescos, preparó su p
e requería su arte. Era como reencontrarse con una parte de sí misma
rio de bodas. Entró en el estudio de Sofía
notando por primera vez la inte
oyecto," respondió Sofí
o, o si sus quemaduras seguían doliendo. Su actitud había cambia
enzó ella, decidida a entregarle los
nó. Era Mateo. Su v
n ataque de ansiedad! ¡
e siempre. La frustración era tan
uiente, Mateo
levo a cenar para celebr
e encendió en el pecho de Sofía. Quizás él se ha
amo de rosas blancas, las favoritas de Isabell
," dijo, forza
ivo, con una mesa reservada en l
orpresa para
figura elegante se acerc
a Sofía por completo. Luego se giró hacia ella, con una sonrisa
. Las flores no eran para ella. Ella solo era la excusa, el puente para que Ma
dolorosa, de que no era más que