es larg
casa se rompe por los pasos
. Ahora su mirada e
ate», m
cuerpo tiembla por
mal. Dice que la hiciste sent
», susurro, mi v
rga escapa d
. Vives aquí por mi caridad. Y a
azo y me arrastr
ue
a tela de mi pijama no ofrece protecc
r favor. H
omportarte», dice, y cie
sa se apagan una por una. La tos me sacude, cada boca
or los viñedos, la
mis piernas cedan. Caigo al suelo, s
ido de un coche acercándose y un
ofí
ma de hospital. La
ado, su rostro lle
uave. «Te encontré inconsciente cerca de la carre
pero solo sale u
frío
esfuerzo físico están acelerando la enfermedad. Nece
mente. Sé que
algo», digo, con una determinación que no
s reflejan una mezcla d
, tienes que recuperarte. Y tiene
entana, hacia
a cuidarme. Solo queda