mblan, proyectando sombras largas y danzantes sobre las caras de la gente. Mi madre
un ángel, apenas visible en una esquina del trono. En su mente, no es
usurra, acercándose
r el gentío. Odia las multitudes, pe
separes," dic
eve con una rapidez sorprendente. En un segundo, sus dedos ágiles se deslizan, cogen la estatuilla y
y me guiña un ojo, cómplice.
o ha co
trol de seguridad rutinario para acceder a la zona de la Cat
ueja mi padre. "Como si
densa que casi
ro. Nada. Mi madre
re. Pone su bolso en l
lla, estriden
o se acerca inmediatamente. "Seño
sforma. Pasa del fastidio a
rror! ¡Yo no h
bolso, po
ardia mete la mano y saca la estatuilla de plata. B
a gente nos mira. Susur
ido!" grita mi padre, mirando a m
a. "Yo... yo no sé nad
, en voz alta y clara para que todo
aras," dice el g
e, con su cara de beata, cogiendo la figura y metié
rrible y hermoso. La gente graba, comenta. "Funcionario de
io es pesado. Mi padre conduce con los nu
con una voz que es apenas un susurro
uería una bendición
ira y la golpea. Una bofetada que resuena
lo. No siento pena. No siento nada. Solo e