mano me dolía más que
ramado por Mateo, ahora corrí
ngre, mi pro
susurré, señalando las perlas
quedó allí, avergonzado, mientras Mat
, tomé un
o caserío que guardaba
s cajas
as arrojé a la
vendimia, Javier poniéndome sobre sus hombr
las c
eo juraba que se casaría conmigo y c
prometía que siempre ser
promesas falsas, convi
cía, un mausoleo de
tes fueron un in
n de la bodega, una fecha que mi ma
ateo. No
a publicación en
, en una cena romántica. El pie de foto
a Isabela por una supuesta mi
o pastel yo sola, pidiendo u