rgas odiaba las reu
umulado más dinero y estatus en la última década. Pero Javier
ti. Para recordar l
peración encubierta que le consumía los nervios, conducien
a de lugar en el estacionamiento. Estaba rodeado por un mar de Porsc
odificado y blindado a medida por el gobierno, era una fortaleza sobre ruedas disf
recisamen
ó todas las miradas sobre él. No eran
en acercarse. Siempre había sido un "mirrey" clásico, el hijo mimado de un mag
tenemos aquí", dijo Ricky
o de Santiago y luego se asomó por
s tuya, Vargas? ¿Qué es, un ki
, un círculo de aduladores, se unieron a
hombros, indiferente. "
ctamente?", intervino Vale
s parecía tener luz propia. Ahora, esa luz se había convertido en el frío brillo de la
ia se
taría inútil. ¿Bienestar o algo así? ¿Cuánto te pagan por mo
a punzada de asco. El ambiente era sofocan
ba. Simplemente lo rodearon como una manada
a, le daba palmadas en la espalda, elogiaba su reloj de oro y reía de su
ó paso entre la multitud
iniste", dijo Javier, e
aramente incómodo con la situación. Era el
caso, hombre.
e sonrió a
es, Javi. Esto
la ventana hac
tan mal. Se
ó con un atisb
o que parece
vier lo oyera, una pequeña pista de
, volviendo su a
ne por ti. Esperaba ponerme al
teniéndose en los rostros engre
nión. Es un desfile de egos y cu
intensificó. Necesitaba aire
me voy", le d
palmada en el hombro y se dirigi
y Valeria
eria se paró a su lado, con una sonrisa maliciosa. "La fiesta