la finca de las afueras de Madri
er Soto, me abofet
illa m
lencio del jardín, más fu
ntar una esc
a fría, d
n una sonrisa apenas disimulada. Acababa de l
e, su voz llena de decepción. "Valeria
na década de sentirme como una extraña en la casa de
subí las escaleras
taba e
sma que había decorado con tanto
e una mujer con el maquillaje cor
e iba a cas
ró. Escuché sus voces, las de Javier y
seguro de esto?"
spondió él, su voz ahora suave y cari
o conmigo. ¿Y si
ita. Además, su padre
do de un sonido que me rev
go, profundo. El tipo de beso
boca para
ijo Javier. "Siem
or qué te cas
bes cómo es mi padre. Contigo era imposible. Pero
el
ne un aire a ti, cuando la conocí.
o se de
dad. Era una farsa. Mi v
del
r de la cintura de Valeria. Estaban de pie junto a la cama que yo había e
artó de ella
es lo que
ije
triunfo. "Oh, creo que es exact
eléfono d
o de mi madre e
a voz temblorosa. "
a al otro lad
preguntó mi madre, Elena,
estado engañand
a. "Siempre lo su
preguntas. No
negocio te está esperando.
el te
cara había pasado
llamado a tu madre? ¡V
nó extrañamente calmada. "T
boda! ¡Piensa en las fam
vez, una idea clara y fría se formó en
de la suite, dejándolos
se cel
escenario de