ré durante horas, rezando a
Me trajo café, me habló de su
lagro no f
el quirófano con
u abuelo ha rechazado el trasplan
o se vi
e me enseñó a sentir el compás del f
lor tan profundo que
encargó
a la gente que venía a dar el pésame. Lo hizo co
y gratitud, me aferr
spués, en una ceremonia ci
o años, Mateo me tr
eados de viñedos. Me compró ropa cara, jo
nte, poco a poco, ai
el flamenco, él cambiaba
char, Sofía. Ahora
de decoración en su vida perfecta. Y yo, rota por
esta
nuestra bodega. La música sonaba, el v
e alejé hacia el despacho de Mat
socio, Carlos. Sus voces
, a punto
es culpable, Mateo
su voz estaba cargada de un pes
a. No podía dejar que la madre de Elena muriera, Carlos. N
ración s
ante fue una locura. El abuelo de S
ta vida... es mi penitencia. Es la única forma que
forma de mantenerl
ero no había amor en su tono,
pre ha sido Elena.
ino se me subí
razón que mi abue
suerte. No f
Ma
inado a mi abuelo para sa
nio no era
e mi silencio.
onstruida sobre la