nel Rojas, solo queríamos defender la
de un poderoso magnate, quien envió a sus matones a gol
lo traicionó, aliándose con Ricardo para encubrir la agresi
olicía, primo de Ricardo, desestimó mi denuncia,
rutalmente golpeada y forzada a borrar mis publicaciones mientras R
ranza se había extinguido por completo, al comprob
forme y las condecoraciones de mi padre, el valiente Coronel Rojas, y su Med