nrisa de suficienc
Está alterado. Déj
hombro, un gesto de
, susurró para que
ía una taza de café caliente, se incl
do me quemó la pie
én salpicó la
mó él, exager
acia él, ignoránd
n, Leo? ¡Dé
os se encontraron con los míos. Vi una chispa de preoc
centró por co
lamó, inspeccionando una peq
erdad", dijo él,
lanzó una mi
hecho! Por tu culp
itos a las
ría! ¡Que venga el doctor D
su mano como si fuera la re
ndo. Una de las doncellas más jóv
oz baja. "La señora a veces... se pr
o sus palabras solo confi
a de curas. Una enfermera me
on el señor Vargas", me informó. "Pe
El mejor médico de la finca atendía un rasguño, mie
el doctor De la Vega finalmente entró. Era un hombre ma
dura, Mateo", dij
ba, su teléfono son
la analítica están listos", dijo el doctor.
do se
ara
estaba em
miró. "Buenas notic
informe médico antiguo, de un accidente de equitación
ndo no podíamos concebir, Isabella me
, mostrándome unos papeles falsos. "Quizá
años, me sometí a dolorosos tratamientos hormonales
un milagro. Y con toda probabilidad, el ú
pe se complicab
, la puerta se abrió
?", preguntó Isabella, su
riendo, añadió: "Señora, tengo maravillosas no
z alta. "Doctor, ¿cree que me quedará cicatriz
lla se desvió instan
cupes, usaremos los
dido por la inter
egué sutilment
discutiendo sobre cremas para cic
"No le diga nada sobre
tió, pe
ado y el corazón hecho un lío. Mi plan de h