n sobre manila sin remitente. Lo abrí con manos temblorosas en la

a una un golpe que demolía los últ

ea había dado a luz a Valentina en el mismo hospit

e detallaba el destino de

ón. No fue entregado

n visto todo, había adjuntado una declaración jurada

l pequeño cuerpo de mi bebé fue llevado a la bodega privada

ca de roble francés, de las que se usan para aguardientes e

ental. Mateo. 24

acimiento. La fe

na garra helada que me apretaba la garganta. Vomité en una pap

omo un espécimen. Un trofeo macab

bía ignorado, piezas de un rompecabezas que

que yo diera a luz. "Para asegurar una nueva distribución" , había

tancia, una frialdad que yo atribuía a su carácter reservado. No er

iciendo que los detalles eran "cosas de mujeres" y q

que ahora parecían burlarse de mí. Lloré hasta que no me quedaron lágrim

Entró en mi taller, su rostro un

haces aquí a oscuras

ez, vi la mentira en sus

voz suave. "Pero ya se durmió. Isabel es

ida abierta. Isabel. Ya estaba aquí. En mi casa. Cui

a traición era tan v

. "Estás fría. Debes haber cogido un resfriado

ctor corrup

su contacto c

l tormento de mi mente. Tiritaba bajo las sábanas, perdida en un delirio de i

nfermedad, escuché risas. Risa

nciosos. La puerta de la sala de catas privada, el lugar más sagrado de A

proyectaba sombras d

n ellos. Alejandro e Isabel. Sus cuerpos entrelaz

o. La traición carnal, en el mismo luga

boca para ahogar un grito

esconocida estaba a mi lado, cambián

uvo una fiebre muy alta. El seño

rás de él, como una sombra, estaba Is

to de muerte" , dijo Alejandro, su

ama. Su sonrisa era a l

uede en la casona una temporada. Como soy enóloga, puedo ayudarle con la

su mirada. Era una declaración de guerra. Había venido a re

e golpe. Valentina, con su pijama de

a Isabel. Sus ojitos se

y resonante que cortó el aire

Mam

orrió directamente a