ñana soleada. El sobre blanco, con su sello real, brillaba bajo
, el reconocimiento a años de sacrif
sueño era la pesad
arrebató la carta de las ma
ó, con los ojos llenos de
adoptiva, Sofía, se se
o merece. Ella es la verdadera
o, diseñado para avivar el fue
ó con sus braz
el verdadero duende. Ella te lo ha robado.
rodillas raspadas y me contaba cuentos para dormir. A
estás hablando? E
arrugada al suelo. "¡Era la oportunidad de Sofía! ¡T
abía afirmado tener la misma rara enfermedad sanguínea que yo, hemofilia. Una mentir
rosa. "Tú sabes que yo soy la que está enfe
e, escondiendo el rostr
... yo solo quería una oportunidad para demostrar qu
n obvia, tan burda, pe
on una decisión ate
le pertenece a Sofía. Y yo me
estaba en silencio, me o
egunté, con el miedo
", respondió, con la voz vacía de toda emoció