pués, los resu
a sonrisa: "Felicidades, señor Mateo.
distancia fría con todos, estalló en
, la levantó en brazo
! ¡Isabella, vamo
llena de una e
s, con una expresión de sorpresa
iraron con una mezcla
perra faldera de Mateo, y ahora n
lo una sombra, un juguete para qu
Mi corazón ya estaba muerto. Solo quería
Isabella como si fuera el t
o, su hijo de sangre, estaba creci
lebraba con tanta alegría, pronto se con