una bandeja de desayuno. Su sonrisa er

. Tienes que comer pa

sita. El olor a tostadas

un rato. Me ha dicho que eres

sabía la verdad, cada gesto de cariño era un

grieta en su fachada. No había

ía", dije,

o. Tenía que entender hast

ojos cansados. Revisó mis informes, me examinó los pies con una del

o es severo. Muy severo. Necesitamos operar ya. Cada hora que pasa, las

n especialista de Madrid", re

o frunci

son excelentes. Esperar es un riesgo enorme

entencia de muerte. No volve

se fue, Isabel

doctor?", preguntó, f

gía urgente", resp

piro teatral lleno d

la factura y ya está. No, no. Esperaremos al doctor Ramírez. Es e

aturalidad escalofriante. Mi futur

bruma, pero el dolor de su traición era un foco de claridad insoportable. Ella est

r la tarde. Tr

pezar", dijo con entusiasmo.

En la pantalla, el escenario del teatro brill

, una estrella en asc

o, impecable. Se movía con una confianza que nunca antes

, precisos, pero sin alma. Sin el duende. Aun

lado, me ap

Tú eres mucho mejor. Volve

portátil, sus ojos brillaban de orgullo. Pero

tos. Era asco. Un asco profundo y absoluto por las dos personas que se