los
jo y tenía manchas de humedad. E
o era
mento de lujo con vistas a toda la ci
de Javier, fría y llena de desprecio. Las
ste talento, solo copiaste a Isabela.
ra y el grito ahogado de
. En mi vida pa
ron la coreografía que yo había creado para el Concurso Nacional de Flamenco. Era mi
famoso y querido, ella la "niña prodigio" del momento. Y
as redes sociales me condena
ativa. El estrés y la desesperación la aceleraron. Los úl
arnado justo unos meses an
igue ahí, latente en mis oídos. Mi familia me rue
e ne
ra no será mi debi
ol. He abandonado los audífonos que apenas m
a que construyó mi abuelo, he aprendido a bailar de nuevo. No
la vi
lma de la música recorriendo mis huesos. Mi abuelo, una leyenda d
ndo lo que
, su mentira se estrellará
rda robar una músi
baile. Y mi silenc