onvencida de que mi familia me
construí un imperio de tequila y me
n pequeño asunto familiar, sin im
de una pesadilla: mi hermana pequeña, Sofía, humillada
arla, obligándola a vender las últimas reliquias de nuestra
egalo de nuestra madre, y luego un mantón de encaje incalculable, mien
cardo, encorvado junto a nuestro mayor
ortuna y confinado a mi madre
r así nuestro honor, nuestr
e mí, jurando una venganza que ni en
, con una tarjeta negra ilimitada en la
o" de Mateo ha
la Vega, la loba que creyeron m
piedad con ni