de mi linterna cortando la oscuridad. El

a cámara, enfocando una puerta ent

enó de coment

n el cuerpo

busca fa

, un espejo roto en el suelo, y en las paredes... arañazos. Largos

interna por las marcas. "Parece

dio, guardó un silencio momentáneo. El horror visual

lencio no

zo ella misma en u

rogadicta, ¿no? Es

atro. Siempre queriend

stración y pena creciendo en mi interi

un susurro femenino apenas aud

dame

abéis oído eso?", pr

decían que no habían oído

algo debajo de la alfombra raída. Me

til. Viejo, cubierto d

ntándolo para que la cámara lo v

parpadeó y se encendió. Mostraba un simple archivo de texto abie

voz temblando ligeramen

é en el suelo, coloqué el portátil en

rmano, Javier, me ha encontrado. Después de dieciocho a

forma en que la gente habla. A veces se ríen de mi acento, pero Javier siempre me defiende. Me dice que soy su her

n nudo se formó en mi garganta. Esta no era la voz de un monstruo. E