l susto del incendio, p
azaba, le susurra
que seguía trabajando
s observaba
a encontrado la verdad
cio no había sido
rte de ella también lo
ella limpiaba una hab
ras en su espalda, que habían que
asiado recientes pa
Mateo, con el ceño fruncido. "
e cubrió r
?", respondió e
sabella. ¿Tú me sa
ta flotó
ió un nudo en
ó con la
estar soñando, Mateo. Te odi
ás dura de lo
eras para poder seguir disfrutando de tu s
ló en los o
monstruo,
reaste", r
, Sofía urdi
ena, en los días
n yate. Invitó a Isabella, con la
a "tropezó" cerca de l
l vestido con algo
gritó, señalándola. "¡
taba cerca, v
e Sofía. La expresión de pá
e su padre. La "tra
a lo
ó. Solo
sabella, la ag
por todo, ma
por la cubie
afarse, pero estab
mpujó con
ndose la cabeza contra el casco de