stor se cerró con un
o hacia la libertad, si es
Cinco años
helado y cortante
taba marchita, consumida por
nosticado en la cárcel,
enos, le habían
ni familia cercan
ardiente, una
esparcidas en el Cabo d
de el desierto se encu
eco de un amor perdido, u
", le había dicho él, años atrás, cuan
romesa era sDinero para el viaj
a Mateo.
vida, ahora su
lpable de la muerte de su p
ombre al que Isabella había
rabajado en
a, una mucho más
o murió por cul
na mujer mucho más joven, durante una discusió
a los e
la madre de Mateo, una mujer de salud frági
el escándalo hundiría el "
bella tomó
e ella, en una discusión con Don Al
culposo. C
teger a Mateo
, usó toda su influencia para q
comprometido co
igua amiga, s
Mateo, siempre espe
ella se la había s
No había tiempo para el r
de celda le había co
ía personal para even
Era un c
Un uniforme sencillo,
en el Club El Nogal.
pés, sus ojos se cru
o He
nunca, exito
a Montoya, eleg
a de ensueño en Cartagena, en una
e una vez fue de
sabella dio un
noció. Su exp
había transformad
oz cargada de desprecio.
eció, su rost
sonrisa apenas disimulad
opa de champán", añadió Mateo, en
ió, soportando
Necesitab
hback l
s, riendo en la play
usurrándole prome
ando su relación. Él la quería
gen de la fin
ndro en el suelo. La a
por Doñ
lla a la policía, con la voz r
tándole "¡Asesina! ¡De
io, la
lidad la golp
miraba
Isabella, ahora asistente de M
rostro mostró una mezcl
o en silencio,
asqueó l
a, más
e acercó,
te. "No crea que e
era una
s dinero. Te ofr
lo miró,
en Villa de Leyva. Hay adornos antig
llación. Mantenerla c
ragó saliv
Sacó un fajo de billetes
ela
endo el dinero, cada billet
acercaba un poco má
hasta tarde, sirviendo a sus amigos,
da brindis, e
aguantó. Por s