gió del braz
ompaño a que tomes
, protegiéndola de
con la mancha roja exte
e cuando volvió, c
o muy pálida. No quería
resp
té y fui
os cubículos y me miré
mirada tenía los ojos llen
mas. Solo una
o de salir, la puert
So
al lavabo,
oy tan torpe. Espero que el vesti
surro, llena de
ía. Es solo un vestid
sonrisa que no
e dice que eres la mujer más el
cación. Sutil
atisfacción d
vuelta
la dio un pequeño grito y se trop
mi tob
star esperando fuer
¿Qué ha
agarrándose el tobillo, y
avó en mí, llen
! ¿Qué le
ra duro,
. No podía creer lo
nada, Javier. Se
. «¡Sé que no te gusta,
pujón para arrodil
, Sofía, e
azos, como a u
de Javier. Le había derramado café encima por accidente.
nía er
s miradas estaban puestas en mí.
ación era
gué a casa, fui direc
r de los armarios. Sus traj
né todo e
otos nuestras. Los regalos que me había
do en la m
el vestidor vacío y una montaña de
s esto? ¿Qué
ó abra
nto. Reaccioné de forma exa
arté
a, Javier. Qu
la habitació
plicaciones. N