a punto de casarme con Javier Soto, mi "prínc
: dos años de infidelidad con su becaria, Sofía Rivas. Mensajes crueles desvela
velando intimidades, negando mi versión. Me abandonó en la tienda nupcial (destrocé el vestido blanco) y, fin
dolor me consumieron. ¿Cómo pude ser tan ciega? ¿Cómo se
l. Con voz antes temblorosa, ahora de acero, dicté mi destino: "Mateo, necesito que