Isabella no
e la casa la
madera, el viento
, otro
mi
el estudio
ó, el corazón lati
la puerta, e
or la
en el sofá, y Luc
pos entr
s eran inc
e el suelo desapar
rofundo l
boca para
, volviendo a la oscur
en la cama
mentos íntimos
s de amor,
ía sido u
sido ta
por sus mejillas, s
ró en la mes
nsaje d
fo
e, uno que Isabella había
edido prestado hacía unas semanas
ba en mano
to necesitaba un nuevo hogar. D
ri
recorrió las ve
alcanzado un nuevo
e algo tan perso
lev
a cara, s
horas después, silbando alegremente, la
a una máscar
i osito de peluche?
sorprendido
que lo guardé en algún si
rencia er
ortante
Cien ositos si quieres. No te
sentimientos
an cambiado. Ella ya
a tonterí
un día complicado. Lu
arla, pero el
que lo en
te lo p
omesa
a princi
n la casa, co
, ¿dónde pong
la miró, h
es aquí? ¡Te dij
a un susu
ción, no la her
e hombros, fingien
r. Tuve un proble
tira fa
suspiró,
habitación de invitados. P
Isabella, con un
a vieja amiga de la familia, es
us ojos llenos de u
sa con