atendió esta vez parecía más comprensiva,
documentos pa
spera, regresó con una
, dijo en voz baja. "Su acta de m
do se
al
culpa, mi "viudez", mi m
illa, las lágrimas
enzó a susurrar, algunos co
casado legalmente. La mujer con la que se registró se llamaba Isabella Morale
al me recorri
fí
a mi esposo, sino tambié
desesperada por entende
cía cada vez más intrigada y horrorizada
est
sabía era Sofía usando mis documentos rob
zadas de producción de tequila
e titulaba: "Innovaciones basadas en
fami
ad dolorosa haber apli
a había mostrado interés ni
o la había ganado, que mi so
propuso matrimoni
a sido un
él en el pueblo, mientras Sofía construía un
cibiendo premios como "Mae
ta de mi padre, el pr
Don Javi
equilero de renombre
es de un incendio que destruyó
e la medalla al Mérito Civil que l
a me co
e los archivos, mi rostro páli
uí?", preguntó
ocumentos tembla
verdad? ¡Esa era mi
el brazo, alegando
ámonos. Está
é con
o lujoso que contrastaba con la
asperante, me exigió q
rera, su reputación. Además", añadió con crueldad, "tú no tienes el carácter ni
dió un
ón donde perdonas a Sofía y r
gre me
ciar a mi vida, al
mis fuerzas y rompí la
ca!",
a en el Registro Civil se acercó discretament
a de la oficina de Ricardo,
enciado Mateo Herrera. Estoy haciendo mis prácticas aquí. Vi l
a, su mirada llena de com
dad y anular ese matrimonio fraudulento. En unos días, si todo sale bien, podrí
esperanza se encend
ayuda, a
casa de Ricardo, o m
ocas pertenencias, si es q
en el jardín tras
rillaban c
me arrojó un balde
poco, pero el agua me qu
zándose sobre mí. "¡Vien
e arañó, me
s por los gritos, co
z, cambió su semblan
buscona está acosando a mi
a "respetada maestra tequilera", la "es
vergo
s de encima a la s
basura, res
ción era i
uyo!", grité entre sollozos de rabia y dol
aparecieron e
era fin a la locura se desvaneci
vi, mi cora
hijo, Ricardo! ¡
o Javi, me miró
oz aguda y cruel. "¡Es una loca que
ió, secundand
on. Está ob
un joven de mirada violenta que había estado observan
ra reaccionar, me
s, tres
de rojo y luego
el dolor punzante en mi
Veinte puntadas, me infor
mi lado, fingie
qué susto
arme, la rabia s
los. A Sofía, a
spiró, con
ro es solo un niño, se asustó. Hice que Sof
era la justicia
nación m
r con tus locuras", continuó, su voz ahora gélida, "te quitaré la tumba de tu padre. Des
aba en el panteón municipal. Pero su inte
vo, con la poca fu
ió con
a que el Licenciado Herrera me había ayudado a co
pedazos delan
sitas es
, llevándose la llave. Más tarde, supe que me h
guiente, el ho
que Sofía había entr
llo a mechones, dejándo
rasguños en la cara,
con hombres ajenos", siseó, su r
ejea
lertados por los
, se lanzaron a
utalmente, pata
agen de la Virgen de Guadalupe que Sofí
mi tía y por intentar destruir nuestr
o la golpiza justo cuando sentía
ión. Sino porque t
la clínica. Esta vez,
allí, con una e
mpasivo. "Necesitó una transfusión de sangre urgente. Como son del mismo tipo
o mi sangre para salvar a la muje
gritando,
esas vacías de ropa nueva, de una
o que tenía que cuida
oz llena de ternura: "No te preocupes, mi amor. Ya está contr
la gota que
Ya n
yo tenía e