iaje de negocios a Me
o un torbellino, dejando su mal
Necesito el informe de
a cocina, secándose la
sión era
tardes
s tardes. El i
oficina," dijo ella, con una fri
, fruncien
go? Estás
en," resp
un montón de sus camisas de lino
iempre se las lavaba a ma
na, por favor. Tengo u
e, las camisas seguí
ueño departamento
aste mis
omando café, l
tó la
acabó la lavand
padeó, co
hablas? Siempre
," dijo Sofía, vol
ó durante los s
e Sofía era u
raba el café p
cordaba
hasta tarde para termin
forma concisa, profesional,
ía incómod
amentalmente, pero no po
su vida diaria hubiera sido removi
esta mujer?" pen
rés. O quizás qu
. Sofía siempre había sido así, un poco temper
teléfono en su oficina con la puerta e
scuchar parte de
smo amigo de
con los planes de la boda. Ya
sa
normal. Pero qué más da. Es como un perro faldero, siempre vuelve. Además, ¿quién más la a
ri
presencia cómoda. Mientras no moleste demasi
detuvo
la golpearon
ero. Niñer
a veí
que había hecho. De
físico, se ins
gerse, empapado en un e
llamado "mi Sofi", todas las veces que
acías. Man
en su voz e
ceguera, de su aut
su juventud por un hombre que la c
naron por salir,
ía esa sa
m
o, una, dos,
so a una extraña calma,
irme, se solidifi
tardío y brutal, había
te
eran sol
s para su
ara su boda c
s para su