Viñedos Montenegro y a Mateo, el hombre que amé d
leaños, y la promesa nunca cumplida de Ma
ro" a mis espaldas, mientras planeaba su boda s
"gran celebración" y "sorpresa" de Mateo, aje
a de novia, fui recibida con burlas
para ser tan solo un
pero con cada burla, una
ateo que confirmara su boda
e elegancia, llegó Alejandro, mi verd
da, dejando a Mateo atónito y humillado