alguien, mientras la luz
ia la fuente del sonido, pues
Los encontré hipnóticos y encantadores; además, por un mome
mudeé, sintiendo de g
ue hubiera visto antes. Su cuerpo musculoso era casi visible, incluso con el traje que llevaba puesto.
preguntó, mientras su sonrisa se convertía en un
se apoderaba de mí. ¿Cómo se atrevía a reco
nté la barbilla y lo confronté. "No es asunto tuyo a
a mí. Yo retrocedí instintivamente. El desconocido era
rostro. Podía leer su expresión incluso sin que dijera nada: se estaba riendo de mi esta
untarme qué estaría haciendo él ahí. Estaba segura de qu
mientras una sonrisa burlon
ía calificar de peligrosamente guapo. Su cabello oscuro, su mirada peli
pues no creía que decirle
en era la pareja destinada de Jason, pero que terminó rech
e atrevía? Nunca nadie me había hecho enojar tanto. Apreté los dientes. Un segundo estaba tr
esto. ¡Dale su merecido!", me sus
de cuello. Estaba cegada por la furia. Lo siguiente que supe fue que me sal
estaba haciendo, así que me detu
r mis garras, me quedé atónita. Incluso si había una explic
a su loba", pronunció el hombre en un tono b
que debía tener una, pero había decidido mantenerse callada a
que se merecía mis golpes. De cualquier f
e estaba eufórica. No podía agradecerl
que quería era destrozarlo
retándolo con fuerza, y coloc
lí. Aunque esa era la primera vez que lo veía, algo en mí hacía que sintiera que
rrita tan dulce como tú", gruñó, mientras
lo corregí, sin darme cuenta
voz familiar, haciendo qu
a de vino, y nos mira
jo. "No es lo que piensas", comencé a aclarar,
o el alto y robusto hombre, metiendo las manos en s
el final del jardín, antes de darse la vuelta y decirme: "¡Nos vemos adentro,
y Lycan se fijara en ti?", me preguntó
Lycan?", inquirí, con los
spechas eran correctas: por su imponente figura, ese hombre fácilment
Media Luna?", añadí, esta
es los invitaron para l
gresaría a la celebración, aunque no
ya me perdí la mej
pronto nos unimos. Me dije que al menos estaba ahí para disfrutar del momento
que volviste?", preguntó una voz familiar, que hizo
e escuchaba gruñón, cruel y rudo, pe
a indirecta, mientras agarraba una copa de vino
entras mi corazón latía como loco. ¿Cómo podría olvidar qu
nte esta noche", c
la adrenalina habría corrido por mis venas si él me hubi
con frialdad. No era
te baile, ¿recuerdas?", resonó o
ndida hacia mí, mirándome con ojos brillantes. Luego volte
igo!", objetó mi he