e encontró al abrir los ojos le hizo sonreír. Isabella dormía con la cabeza y un brazo sobre él. Los recuerdos de la madrugada llegaron a él.
queriendo que durara para siempre. Sabía que no era posible, algo le decía que con la luz
tres horas, pero incluso si lo intentara no podría volver a dormir. Esta
postar que ni siquiera un temblor habría sacado a Isabella
che anterior y eso lo tranquilizó. Al verla llorar tan desconsoladamente había sentido una furia inexplicable que le exigía encontrar al culpable y hacerle pagar por hacerle daño. Que ella le dijera que se habí
tomó. Lo desbloqueó en un solo intento, se había asegurado de verla cuando ella había ingresado
aunque era muy probable que ni siquiera hubiera pasado la noche allí. Ella era muy diferente a su hija, adoraba la vida noc
aba descargar un poco de la energía acumulada que sentía recorrer su cuerpo. Era eso
todo el mundo estuviera loco por su música. La mujer tenía una voz que parecía un regalo divino. Luka era un afortu
artista, pero ahora estaba seguro de que vendería su alma tan solo para
levantó. Alzó el celular que estaba a un lado y sonrió al ver el nombre de su mejor
mente me extrañas demasiado. -Caminó hasta el estante en una esquina y
dijo Giovanni con el tono morda
ltó a
r. Sigo sin entender porque Mia no huyó en cuanto te conoc
valiente que es ella e
na sonrisa-. ¿A qué deb
o va
e me estés vigilando constantemente -respondió esquiv
eso, o al menos no lo hací
estuviera enamorado, pero ambos se cono
cambiando de tema. Giovanni había preparado un
argo de todo en mi ausencia no sea demasiada resp
e todo está en orden. A veces creo que te instalaste definitivame
és de un par de días. Buena
a tu dulce nov
igo y luego lo único que escu
talla y vio que
l -musitó co
y justo lo que Giovanni necesitaba en su vida después de toda la mierda que le había tocado vivir. Estaba más que feliz de que su amigo hubiera recapacitado antes de perder
mó su entrenamiento. Casi una hora después y con el cu
ue Isabella la fuera a requerir para algo. Lo usual sería ir a su d
e a la cocina y comenzó
az de saber el momento en que lo hizo. La dejó observarlo en silencio fingiendo que no sab
ó la dulce voz de Isabella
el hombro an
se sonrojó-. Espero no te moleste
recía un poco incómoda. Al parecer estaba tími
ndo los hombros-. Por cierto, tu no sabrás que
tivó por algún motivo. -No era me
escansar más, pero no sabía si eso le resultaría demasiado agresivo.
dijo ella sin pa
revueltos
upes, puedo
es u
gra
a estufa. Al estar de espaldas ella
que satisfecho al sentir la mirada de Isabella en cada uno de s
a cuando intentó acercarse a ayudarlo, aunque
rdenes, pero de todas formas obedeció. Luka te