iempre queda algo de ella, de su esencia ya sea en las grietas de la piel,
suyo, pero al ducharme y cerrar los ojos la siento otra vez allí, ca
incierto, desde que tenía memoria mi vida había sido una rutina meticulosamente c
verdad no sé ahora mismo qué tanto de mí es real y qué tanto e
samientos pululan fragmentos dispersos de algo que parecería no ser del
edificio en llamas con la garganta seca y las manos temblorosas sumida en pánico y luego él apareció
usto, pero con una elegancia que, aunque
s de entrenamiento físico y combate que ha llevado a cabo con mú
cinco, lo que le permite proyectar una presencia firme si
n las sienes, que le dan un aire madu
jos grises bastante penetrantes, tanto, como si pudieran ver a través de
de su vida pasada, como si cada línea o marca hubiera
ello facial bien cuidado que resalta la dureza de su rostro, tiene una mandíbu
lores oscuros, generalmente de cuero o tejidos pesados
n, tal vez una chaqueta de cuero que parece más propi
aga que siempre lleva consigo, así como una pequeña bolsa con pociones cura
ll es un hombre calculador y profundamente leal, algo que s
, salvador o verdugo, aunque perfectamente encaj
ía ocurrido en aquellas ruinas y yo tampoco me atreví a comentarlo y solo me dijo que sobrevivir era lo único que me debía de importar que si quería hacerlo debía conver
lamarlos recuerdos porque son demasiado fugaces y demasiado
ido de una risa infantil o unos ojos dorados brillando en la penumbra, per
cerlo y si tiene significado de por medio, pero él, él no entiende
misiones, espiar, infiltrarme y ases
mbra Roja cree que le pertenezco, pero l
e me muevo entre las sombras, porque ap
s más valientes duden antes de desafiar
en la paz frágil que los rodea, pero no saben acerca de las criaturas que acechan
orque aunque ellos se creen los depredadores a veces el verdadero peligro no es
pero, yo eh demostrado en más de una ocasión que no lo s
a llegar a completar la misión a la que iba el aviso de una nueva llego
un encargo, no me gusta cuando las cosas son demasiado fáciles y mucho menos cuando algo en mi int
tenía control y que el hombre al que acababa de ver no era tan solo un desconocido, sino l