aracterísticas boscosas y tropic
a vegetación diversa
ristalinas desembocaba
as con las saladas cor
e daban vida variaban e
el tranquilo recorrid
do en la costa. Su nom
n su lenguaje
cana al continente donde se e
ográfico y de corrient
manera tal, que los
n llegar a ella. Pese
e nubes a bajo nivel,
n tormentas que debía
las emba
bus que habían delimitado su so
ambas hablaban el mismo idio
ostumbres y creencias
intercambios de merca
ponían a disposición
estimentas realizadas
, los sirilancos desar
en su lado de la isla
Pese a coexistir en
s más allá de interc
je
n tener apariencia atlética, pu
ue y su geografía. Su
o y sus cabellos eran
ida en la isla era a
es de soberanía de c
ble
emos atrapar
r que sea tan di
alzo en el espeso bosque persi
l corral de la aldea.
zarse con las grandes
re el suelo, era en es
de atraparlo
a, es la única hembra que est
ntaré adelantarme si
en ese momento debe
nstrucción era Kai-Rai, una
os
sonalidad entre los jóvenes de
ro, sus ojos color avel
amente en su fino rostro. Era lo opuesto a las damas de la cor
ilidad y habilidad; po
ar varios metros e i
lidad también difería
acía valer su opinión
s y solía ser extrema
teracc
ue seguía corriendo despavorido mientras que su compañ
ras del animal prepara
el animal frenó y la
ente ambas se abalanz
ándolo. Tarea que, d
mal, hubiese sido m
r logrado su cometido y come
ina una tormenta... viene des
ena y que la lluvia
antando su mano para sent
e ven muy grises, ¿será
algo? -Lai-Ko observa
tos porque no cerraste
ba
ondió mientras ambas r
gr
día observar una parte de la ex
con una extraña sen
o que la estaba inquie
n se aceleró y se sin
tinuar mirando el mar
z, lo que indicaba qu
que tenían que a
pusieron al jabalí en el cor
amilia de Lai-Ko para
ían como hermanas. Kai
meses atrás, y con e
s habían fallecido c
luego de la partida d
ción y consuelo con el
de mi abuela se opaqu
Ahora vivía sola en u
er realmente terrible,
to y reencantamiento
la tierra como si fu
la. Deprimirse era sie
uchas familias de la tribu le ofr
terés, solo había una
era Tok-Mon, el hijo
hombre que sacaba los
cabellos eran largos
a aguileña se definía
lidad era lo que más
ente cercano a las per
e tribu, algún día se
sabio y respetado
ona
ese fruto o seguirás p
taba carcajadas mientras
de fruta para d
a? Que me guste no sig
él -respon
spacios pequeños en los cuales
n pequeño sitio para
los yaconas transcurr
bastante unida, por
era para tomar brebaje
l día era demasiado f
aria donde la tribu po
todavía co
fe de tribu anunciará
-el padre de Lai-Ko se
choza estaba casi llena. Cada d
los aldeanos, las que r
ner las chozas y ens
reas que abarcaban de
ones de las hiervas del
edaban excluidos los
dar de sus bebés y las
vez dentro, Kai-Rai no pudo evi
adre, Tok-Situ, en u
ayor altura que lo
das se encontraron por
do intercambio
s -dijo el jefe de tri
odos llevaremos a ca
e nuestra ama
lamente hasta su término y aho
r la noche. Kai-Rai se
s por diez días más,
arecido más divertida.
ía sus quehaceres
-Mon? Otra vez está co
te -dij
To, una delicada
castaños lacios. A
o ya había una distan
da en el mismo hombre
a él cada vez que
por un par de segundos h
mano. Las jóvenes
s y avergonzadas al h
más de l
e que me atrapara husme
ñadi
ecir, yo también estaba
lo
or salgam
i se volteó sutilmente
erlo, pero necesitaba
al hablar con su riva
on la de Tok-Mon, qu
archaba. Se lanzaron
ntiendo como los lat
de lo normal, no podí
le causaba
paso rápido a sus chozas, la ll
el agua caía con tan
rostro para poner a
s metros hasta que La
bién venía caminando
nombre era John, el e
s torpes ayudó a la muchacha a ponerse de pie -. ¡No me digan
se sacudía el c
lpe duro eh -respondió
, no lograste l
ír y bromearon con lo desorgan
hablaba el idioma de
ban que no era su leng
fueras de la aldea y
trece años. Su aparie
blanca y su cabello y
de sesenta años y en
idioma continental a
. Ningún adulto accedi
salir de la isla nunca
os jóvenes tenían curi
o del que les hablab
ados caballos que pod
es más pequeños y pe
conocidos como perr
humanos y aprender d
s aparatos extraños
n que tuviesen que cam
a que jamás podrían s
embarcación lo sufi
o que no les generaba
ida en la isla y mucho
personas continentale
en sabían que ahí a
eferían continuar vivi
ejos posible d
asta que la lluvia se volvió tan
Kai-Rai se recostó so
erida abuela, en los d
ntes historias de sus
ad su largo cabell
paz al saber que tuv
mitido a todo el que e
que Kai-Rai intentaba
amplia sonrisa, casi
urmió escuchando el
n llovía, pero suavemente. Lo primero que hizo fue toc
ela le había dado an
mantenía de ella, ya n
ción en generación y e
menzó a repasar en su
rior, "cálmate y pie
enías puesto... So
nta
la tribu aún dormía y buscó por
la aldea, "definitivamen
o debes seguir la mi
l suelo. Fuiste desc
e la aldea y se dirig
siquiera sospechar q
s y después en su vid
ib