aso acortaba la distancia entre ellos, y Lilia sintió que el aire se v
n contrato. Lilia sab
to, Lilia. Uno en e
lo miró con o
esto tranquilo, empujó un bolígrafo hacia ella. -Te protegeré, pero las condiciones tienen que estar claras, inclu
ste acuerdo era más por estrategia que por cualquier otra razón; probablemente algún capricho legal que beneficiaría a Nikol
zca de sarcasmo. Agarró el bolígrafo, pero sin escribir. -Y sin fiestas, sin ce
e es un nuevo tipo de poder, Lilia. Si juegas bien tus cartas, si aprendes a moverte en este mundo sin q
co. Sus labios se entreabrieron, p
? -preguntó,
lgar por su labio inferior de un
gente en este mundo teme mi nombre, pero si aceptas... tambié
o envuelto en terciopelo, pero también despertaban algo oscuro de
, pero en realidad solo q
la retroceder hasta que su espalda chocó contra la par
rolarte, muñeca,
tormento. Su calor la envolv
parecía disfrutar probándolos, hablando sin parar. Finalmente, Lilia estrelló su firma
.
de la mansión, calculando cada paso mientras sus manos deslizaban los pestillos de las ventanas. Cuando llegó a los extensos jardines, el aire fresco le
n dos de los guardias de Nikolai. Sus esperanzas se desplomaron en el instante
perándola desde el principio. Su postura era relajada, casi displicente, con los dedos entrelazados sob
ó, con un tono inusualmente suave que hacía que la pregu
sentirse intimidada, aunque por dent
prisioner
ro iluminado por esa tenue lámpara que pa
ó un filo peligroso. -Y las rosas
vitar preguntarse si Nikolai realmente creía que estaba protegiéndola o si simplemente disfrutaba de someterla a su control. Antes de
tiendas que cualquier desobediencia tendrá consecuencias. -Su tono tenía la contundencia de una
sonrisa ladina se esbozó en sus lab
a, ¿no crees que me
o podía estar hablando de... A
te refie
ó y se levant
me debes mi primera noche