xan
azo de James, estaba casi seguro que mi respi
poco molesto por verla con mi amigo, no podía dej
er en su escote que no llevaba nada debajo y eso sin mencionar la abertura que
u exquisito aroma me embriago. Necesitaba tenerla, necesitaba sentir sus labios sob
as razones, pero no podía evi
s ojos y su increíble cuerpo me hechizaron al instante. ¿Era una locura? Si claro, no dejaba de ser la her
bía empezado, fue casi sin pensarlo
é la ropa para ponerle algo más cómodo, su cuerpo era jodidamente perfecto y mi erección apareció al instante.
ángel, todo en e
día no pude decirle la ver
és de hacerle el chiste de que habíamos dormi
asustarla ni ser tan directo, las palabras habían salido solas. La cuestión es que haberle enviado aquellas flores hab
ella, era
eriego, ya que tuve la mala suerte de que me encontrara con dos mujeres
mujer que quiero y no p
e esto es un juego para mí, pero siempre me gustaron los desafíos. Y Aurora no se
ar con esto?
, la cuestión es que no me la podía sacar de la cabeza. Ocup
nte impulsivo al querer ir a verla, lueg
a ser mi jodida perdición. Si mi teléfono no hubiera timbrado, estaba seguro que ya no me habría podido conte
abiendo que, en el piso d
mi gimiendo y gritando mi nombre. Mi erección palpita y llevo mi mano imaginado q
algo, quizás tenga suerte y encuentre una serv
tan complicado. No estaba en mis planes hacerlo en realidad, no ahora al menos, pero cuando mi padre me dio ese ultimát
ién todo lo que mi padre demandaba desde allá, lo cua
ón de papeles, sin mira
pregunto que estará haciendo, sé que debe estar en la universidad y no sé porque
ivo me supera porque, quiero
ado porque si Thomas se llega a dar cuenta, lo más leve que me puede llegar a pasar es que me
hombre grande y fuerte, no podía permitirme h
ra alguien cualqu
consecuencias que esto podría tener en vez de estar pensado en todas las cosas ma
er
edo controlar mi
por ser tan in
co minutos- la voz de mi secretaria, m
s minutos estoy
sto señor,
odo- corto la
el saco y tomo los papales que ha
ser un d
como un mantra, una semana...
des ha
lo que nunca debió dejar de ser...