evo, con la mujer más loca y desafante que jamás haya conocido. Yo quería. No. Ansiaba más. Se estaba co
ue sólo esa vez, ¿recuerdas? Me diji
pués de la aterradora noche que habíamos tenido. María Eugênia era nueva, la mejor amiga de mi herman
ara hablar cara a cara, como dos adu
a empresa, aceptó la petición de la rubia de fuga y no tuvimos oportunid
dama de honor junto conmigo. No tenía idea de cómo serían las cosas,
Atlanta y el tiempo que me llevaría recoger todo mi equipaje y encontrar un coche lo más rápido posible para Laranjeiras. Estaba encantad
da juntos, necesitaban privacidad y mucha paciencia para adaptarse a la nueva realidad. Nunca imaginé que al animar a mi amiga a darle amor a Tito hace dos años, saldría a la
s, no fui criado para engañarme co
ones humanas eran un medio para lograr un fn. Y ese fnal tenía que terminar en un arco iris con una gran
egado a mi vida. Ella me enseñó el signifcado de la verdadera amistad y, sobre todo, cómo conocer gent
ima madrina y mejor amiga, que re
a tomado un descanso, las cosas en Atlanta tomaron proporciones serias,
tensidad, adopté la vida que tanto criticaba en Brasil y que Anabel
inglés. Me encogí de hombros cuando
e mi pecho estalló y mi cuerpo empezó a hiperventilar en la línea de
y los dejé pasar delante de mí. ¿Qu
acer cuando llegara a Rio. No podía vivir del viento, tampoco tenía grandes reservas de dinero. , ya que
sar a Mato Grosso tan pronto como me graduara. Mamá estaba muy enojada. Llegó mi turno de abordar, retuve
en viaje, señorita. - Terminó de sacar la nota de mi mano y prácticament
Atlanta. Todo lo que tuve que hacer fue cerrar los párpados y los recuerdos me golpearon con fuerza y mi
Solté mientras echaba la cabeza hacia atrás, arqueando aún más la espalda con mis pechos desnudos para su deleite. Yo estaba sentada en uno de los sillones, en el elegante
or puro descaro, no quería pensar que estaba mal o que no podía soportar la carga. Quería cerrar esa linda
or qué tuvo que decir estas cosas? En algún país esto debe estar muy mal porque es muy bueno. Gemí una v
z esa noche que grité su nombre y no tenía idea de que habría más veces. Salté del susto cuando noté que un
y, sospechaba, esa era la razón por la que no había podido tener relaciones sexuales con nadie durante do
de salir. Los primeros seis meses estuvieron llenos de irritación y de un deseo loco de que la polla de Benício literalmente se cayera. El hijo de puta se estaba divirtiendo en
propio casi todos los días. Odiaba cuando mi mente perturbad